Estilo de vida |
Por:Redacción
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Basura al gris, vidrio al verde y envases al amarillo ya no es la premisa con la que se aprende a reciclar en los hogares. Durante los últimos años el 'contenedor marrón' ha ido extendiéndose por el territorio, siendo ya habitual en las Comunidades Autónomas de Euskadi, Navarra, Madrid y Valencia, que ha cambiado y mejorado el sistema de reciclaje de las ciudades.
El de orgánico es el nuevo cubo de reciclaje que se ha añadido a las colecciones de los hogares. Mientras se duda si echar al niño de casa para convertir su habitación en un centro de separación de residuos, el contenedor gris ha dejado de servir para todo y las familias vuelven a formularse aquella pregunta que en el siglo XXI creíamos superada. ¿Y esto, dónde lo tiro? |
El reciclaje es una responsabilidad universal. Junto a la reducción del desperdicio alimentario y el fomento del transporte público y no contaminante, son las únicas vías de salvar al planeta y nuestra especie de una pronta extinción. En 2018 los españoles tiraron 1.339 millones de kg/l de alimentos y bebidas a la basura y tan solo reciclaron un 29,7% del total de los residuos generados.
¿Y esto, dónde lo tiro?
La respuesta parece más que obvia, pero todavía sigue provocando sendos quebraderos de cabeza entre un grupo elevado de la población. La lección la tenemos aprendida con el plástico, del que reciclamos el 77,1% según datos de Ecoembes. ¿Y el resto de resíduos? Todo empieza con la adquisición de un cubo de basura de reciclaje:
¿Qué ocurre si está manchado o tiene restos de comida?
En general, cuando un envase de plástico o vidrio contiene restos de comida, debería de limpiarse antes de ser debidamente plegado, en caso de tetrabricks, y reciclado. En el caso del papel, limpiar la suciedad y en especial la grasa puede tratarse de una odisea. Un papel manchado de aceite, un cartón de pizza con dios sabe qué restos y el envoltorio de cartón del take away eco-friendly de debajo de casa irán al contenedor orgánico, es decir, el marrón.
¿Qué restos orgánicos van al contenedor marrón y cuáles no?
Prácticamente cualquier residuo orgánico, de origen vegetal o animal, va destinado a este contenedor, a excepción de pelos, uñas, comida para animales... Es decir, todo aquél resíduo que sea compostable y utilizado para la fabricación de abonos. ¡Pero ten cuidado! Cada comunidad tiene su propio reglamente para la separación de residuos, algunas no permiten los restos de origen animal, mientras que otras puede que rechacen únicamente la carne o el pescado.
Lista de residuos orgánicos:
Lista de residuos orgánicos:
- Restos de frutas y verduras: productos echados a perder, huesos y semillas, pieles, hojas...
- Residuos de carnes y pescados: huesos, pezuñas, pieles, espinas, cabezas, aletas, órganos, sangre, grasa, plumas...
- Restos de productos de panadería: pan, pan de molde, galletas, dulces...
- Sobras de comida cocinada.
- Huevos: enteros, yemas, claras o cáscaras, de cualquier especie, crudos o cocinados.
- Desperdicios de frutos secos: enteros, cáscaras o pieles. Residuos de mariscos: patas, cáscaras, conchas...
- Posos de café, té e infusiones, incluyendo bolsitas individuales aunque tengan grapa.
- Restos de hierbas y plantas: hojas y tallos de aromáticas, residuos de tierra, semillas, flores...
- Papel absorbente de cocina, servilletas de papel y platos o bandejas de cartón manchados con restos de comida.
- Cualquier papel y cartón de celulosa que tenga restos alimentarios (por ejemplo, de carnicería).
- Cajas de cartón de pizza y otras comidas preparadas.
- Tapones de corcho: los tradicionales de las botellas, vigilando que no sean sintéticos.
- Palillos, palitos de helado y brochetas que no sean de plástico o metal.
Otros residuos
Fuera de los contenedores habituales en casi cualquier esquina de nuestras calles, existen otro tipo de residuos que pueden ser reclicados o reutilizados y han de desecharse en un puntos limpios específicos. Existe un contenedor o punto de recogida concreto para cada uno de los siguientes elementos:
- Aceites culinarios: Limpio, filtrado de impurezas, y normalmente hay que vaciar el envase donde lo traslademos en el contenedor adecuado. Aunque algunos puntos móviles cogen directamente el aceite que llevemos tal cual y se ocupan ya ellos.
- Cápsulas de café (se pueden llevar también a establecimientos autorizados).
- Sartenes, cazuelas, moldes y ollas, sobre todo los más grandes.
- Tubos fluorescentes (también recogen bombillas convencionales).
- Pequeños y grandes electrodomésticos, desde una batidora hasta la nevera.
- Grandes textiles.
- Pintura y colorantes de uso no culinario.
- Espejos.
- Pilas y baterías.
- Pequeños escombros de posibles obras o reformas.
- Medicamentos o sustancias potencialmente tóxicas.
- Mecheros.