Según este estudio, pese a que el 56% de los consumidores de nuestro país hayan confiesado haberse enfrentado a dificultades económicas durante la Covid-19, este factor no afectó el consumo de alimentos en España. El país registró el mayor aumento de consumo en casi todas las categorías de alimentos, como los productos lácteos en un 33%. Las dificultades financieras influyeron principalmente en el modo de compra de los usuarios, que enfocaros sus carros de compra a un estilo de vida más económico que ha derivado directamente en el incremento del uso de las cocinas en los hogares.
Según el informe la comida sigue siendo un elemento fundamental de nuestra cultura. Más de la mitad de los consumidores encuestados dijeron haber pasado más tiempo cocinando y experimentando con recetas (53% y 51% respectivamente). Este informe se publica pocos meses después de que la Comisión Europea anunciara su estrategia 'De la granja a la mesa', en la que se pide la creación de un entorno alimenticio que facilite a los consumidores la elección de dietas sanas y sostenibles, al mismo tiempo que tienen acceso a alimentos adecuados y asequibles. "A medida que Europa se recupera de la pandemia, existe una oportunidad única para que la industria se comprometa con los consumidores y aproveche las crecientes tendencias en materia de salud y sostenibilidad", señala este estudio. Para el profesor Klaus Grunert, jefe de sección del Departamento de Gestión de la Universidad de Aarhus, "esta investigación muestra que la Covid ha cambiado la forma en que la gente piensa, compra, planifica y consume sus alimentos". "El lado positivo durante esta pandemia ha sido así la aparición de tendencias en torno a la sostenibilidad y la salud. La industria tiene una verdadera oportunidad de innovar para satisfacer las necesidades de los consumidores, por ejemplo, mediante nuevas experiencias para que éstos disfruten de la comida en casa o la adaptación de su experiencia online a nuevas formas de compra", añade. Las dificultades financieras principal motivo de los cambios en los hábitos de consumo El estudio indica, además, que los consumidores de toda Europa sufrieron dificultades financieras durante la pandemia. Un tercio de los encuestados (34%) perdió parte o todos sus ingresos y más de la mitad (55%) dijo que le resultaba difícil llegar a fin de mes. A pesar de ello, los consumidores europeos afirmaron que compraron más en casi todas las categorías de alimentos, ya que los confinamientos provocados por la Covid-19 y el aumento de las tareas en el hogar en toda Europa hicieron que la gente pasara más tiempo en casa y comiera menos en restaurantes. El mayor cambio de comportamiento ha sido el modo en que compramos, ya que casi la mitad de los encuestados indicaron un aumento de las compras online (45%), compras en grandes cantidades (47%) y salidas de compras cuidadosamente planificadas (45%). Los consumidores europeos también están pasando más tiempo en la cocina. Más de un tercio (36%) informaron que han disfrutado pasando tiempo cocinando durante el confinamiento. Compartir esta experiencia con los demás también se ha vuelto más importante, ya que tres de cada diez consumidores (29%) se sientan a comer juntos más a menudo. Cambios permanentes Según el estudio realizado por EIT Food, el aumento de la importancia que la comida ha tenido durante esta crisis continuará los próximos años. Casi un tercio de los consumidores señalaron que será más importante tener tiempo para cocinar comidas caseras (27%) y seguir comiendo alimentos más variados (30%) después de la pandemia. La asequibilidad seguirá siendo una prioridad para muchos, puesto que el 32% declaró que el acceso a los alimentos a bajo precio será más importante, no debería ser a costa de la salud y una buena nutrición. Por el contrario, casi la mitad (49%) dijo que tener buena salud será más importante para ellos como resultado de la pandemia. Además de dar prioridad a su propia salud, los consumidores europeos comunicaron una serie de cambios que podrían tener un impacto positivo en la salud del planeta. Por ejemplo, más de un tercio (35%) indicó que la compra de alimentos producidos a nivel local se ha vuelto más importante para ellos durante la crisis. Parece que la tendencia a comprar de forma local va a continuar, ya que casi nueve de cada diez consumidores (87%) señalaron que era muy probable que siguieran haciéndolo en el futuro. Para Saskia Nuijten, directora de Comunicación y Participación Pública de EIT Food, "la fragilidad de nuestro sistema alimentario quedó en evidencia durante la pandemia. Los consumidores europeos cambiaron su forma de comprar y consumir alimentos casi de la noche a la mañana, y no hay señales de que vuelvan a la situación normal después de que se levanten las medidas de confinamiento". Este estudio muestra que los consumidores tienen la esperanza de tener un mejor acceso a alimentos asequibles que beneficien tanto al planeta como a su salud. "Es una de las oportunidades en las que la industria puede actuar mientras reflexionamos sobre cómo construir un mejor sistema alimentario de la granja a la mesa", señala la directiva.
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