Peces como el pez espada, el atún rojo, la tintorera o el marrajo son algunos de los pescados con mayor concentración de mercurio. Así lo revelaba un estudio llevado a cabo por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) a más de 100 especies de pescados y mariscos; de las cuales, 21 presentaban altas concentraciones del metal.
La Agencia de Seguridad Alimentaria (AESAN) ya ha alertado en varias ocasiones sobre la presencia de este metal pesado en los alimentos de origen marino, principalmente. Pese a ser un elemento presente en la naturaleza, llega en grandes cantidades a los pescados y mariscos a través de las aguas contaminadas por la actividad humana. Su consumo continuado en altas concentraciones puede ser gravemente perjudicial para la salud. En el caso de las especies más contaminadas (como el atún rojo o el pez espada), la organización señala que un adulto no debería consumir más de 40 raciones al año, mientras que los niños menores de diez años y las mujeres embarazadas deben excluirlo de su dieta. Asimismo, este análisis revela una presencia media de mercurio en otros pescados habituales en nuestra dieta, como el bonito del norte, la lubina y la merluza. Un "contenido no desdeñable" que invita a alternar su consumo con otras especies en las que el contenido de este metal pesado sea bajo, precisa. En el resto de especies analizadas, apenas había contaminación por mercurio, por lo que su consumo no presentaría riesgos para la salud. De hecho, cuando los niveles son bajos la AESAN aconseja tomar tres o cuatro raciones a la semana, alternando diferentes tipos de pescados, moluscos o cefalópodos. No olvidemos que su aporte nutricional, rico en proteínas, vitaminas y minerales, es fundamental para mantener una dieta sana. Presencia del mercurio en nuestras aguas Según ha explicado la OCU, el mercurio se libera al medioambiente a través de procesos naturales y está presente en el suelo, el agua y la atmósfera. El problema se encuentra en la actividad humana, que aporta grandes cantidades de mercurio al entorno a través de la incineración de residuos sólidos, la utilización de combustibles fósiles o el uso en las industrias de este metal. Las plantas y los animales se contaminan con mercurio a través del medioambiente, y el metal se transfiere y acumula a lo largo de la cadena trófica. En el caso del hombre, el consumo de pescado constituye la mayor fuente de exposición a este contaminante. El mercurio pasa a los pescados a través de la cadena alimentaria, de manera que los peces más depredadores, que también son los más grandes, acumulan, como decíamos, mayor cantidad. Efectos del mercurio en nuestra salud Según la OMS, el grado de toxicidad del mercurio lo marca la forma química en la que se encuentre, ya que los compuestos del mercurio son mucho más tóxicos que el propio metal. En los pescados se encuentra el compuesto Metilmercurio que, de acuerdo con la misma organización, es uno de los seis compuestos químicos más peligrosos presentes en el medio ambiente. El principal problema que el mercurio provoca en el organismo es un desorden en el desarrollo neuronal, sobre todo durante los embarazos. Otros órganos que pueden verse afectados son los riñones, el hígado, los órganos reproductivos y el sistema nervioso.
0 Comentarios
Deja una respuesta. |
|