Hoy se ha inaugurado en Bilbao el Paseo Lucía Yarza, situado en el entorno donde se encontraba la primera Fábrica de Cervezas LA SALVE en 1886, la segunda fábrica de cerveza más antigua del estado.
Actualidad |
Por: Redacción
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El Alcalde de Bilbao Juan Mari Aburto, junto a la Concejala de Atención y Participación Ciudadana, Oihane Agirregoitia, y representantes de la Corporación Municipal, ha inaugurado esta mañana el nuevo “Paseo Lucía Yarza Pasealekua” entre Grupo Montaño y el viaducto de Avenida Maurice Ravel, en recuerdo de la emprendedora bilbaina que a comienzos del siglo XX estuvo al frente de la histórica Fábrica de cervezas LA SALVE.
El acto ha contado además con la presencia de Gorka Pérez Yarza, biznieto de Lucía Yarza y Consejero de LA SALVE en la actualidad; Eduardo Saiz Lekue y Jon Ruiz Ibinarriaga, promotores de LA SALVE y responsables del relanzamiento de la empresa; así como representantes de Mahou San Miguel, socios de la cervecera bilbaína en su vuelta al mercado en 2015. |
En palabras de Gorka Pérez Yarza “es un honor para la familia recibir este reconocimiento. Mi abuela fue una mujer pionera, adelantada a su tiempo que nos dejó en herencia su buen hacer y la pasión por las cosas bien hechas y por su entorno”. Eduardo Saiz Lekue, promotor de cervezas LA SALVE, por su parte ha querido señalar que “hoy, la ciudad le reconoce a Lucía su implicación, su trabajo y su esfuerzo en forma de calle. La asignación del nombre de Lucía Yarza a este vial situado en el entorno donde se encontraba la antigua Fábrica de Cervezas LA SALVE supone un motivo de orgullo y empuje para continuar en el trabajo de recuperar con LA SALVE una industria cervecera local que desde Bilbao compita en el mercado de la cerveza”.
Lucía Yarza, una viuda emprendedora
Lucía Demetria Yarza Arregui nació en la Anteiglesia de Begoña el 22 de diciembre de 1847. En 1870 se casó con el empresario alicantino Francisco Pérez, con quien tuvo un total de seis hijos y dos hijas. Tras enviudar en 1896, Lucía Yarza tomó las riendas de los numerosos negocios de la familia, entre los que se encontraban los míticos cafés Boulevard y Arriaga, el Bar Carabanchel y el Hotel Excelsior todos ellos en la ciudad de Bilbao. Además, en 1911, la familia Pérez Yarza con Lucia al frente, adquirió la Fábrica de Cervezas LA SALVE, creada en 1886 por José Schumann en la Campa de LA SALVE y dotada desde 1897 de nuevas instalaciones en la ladera del monte Artxanda, en la confluencia entre las actuales calles Artatzamina y La Salve, sobre el antiguo arroyo de Artatzamina que discurría junto al manantial existente cerca del túnel del ferrocarril. Yarza asumió junto a alguno de sus hijos, la gestión de LA SALVE y el resto de negocios durante casi 15 años hasta que, en 1923, delegó esta responsabilidad en su hijo mayor Francisco Pérez-Yarza quien estuvo al frente de la misma hasta su cierre en 1978. Lucía Yarza falleció en Bilbao el 3 de octubre de 1927.
LA SALVE es, en este momento, la segunda cervecera más antigua del Estado en activo y, desde su vuelta al mercado, ha vuelto a posicionar su fábrica en Bilbao y traccionado de materias primas cercanas para la elaboración de cervezas km 0 y la recuperación de la industria cervecera local. La icónica cervecera volvió al mercado de la mano de dos emprendedores locales, amigos de la infancia, que contaron con la familia histórica en el arranque y posteriormente se asociaron con Mahou San Miguel para encarar el proyecto actual y poner a LA SALVE en el lugar que le corresponde como cerveza bilbaína. Desde entonces y fruto de su compromiso con la ciudad y con el sector cervecero, han conseguido hacerse un hueco en el mercado gracias a la buena acogida por parte de los consumidores.
LA SALVE es, en este momento, la segunda cervecera más antigua del Estado en activo y, desde su vuelta al mercado, ha vuelto a posicionar su fábrica en Bilbao y traccionado de materias primas cercanas para la elaboración de cervezas km 0 y la recuperación de la industria cervecera local. La icónica cervecera volvió al mercado de la mano de dos emprendedores locales, amigos de la infancia, que contaron con la familia histórica en el arranque y posteriormente se asociaron con Mahou San Miguel para encarar el proyecto actual y poner a LA SALVE en el lugar que le corresponde como cerveza bilbaína. Desde entonces y fruto de su compromiso con la ciudad y con el sector cervecero, han conseguido hacerse un hueco en el mercado gracias a la buena acogida por parte de los consumidores.