En 2018, la famosa cadena de supermercados Mercadona se uniría a la carrera del mochi lanzando al mercado su propia versión helada del producto. Lo haría en dos variedades de sabores tan poco japoneses como el coco y el mango. Tras el éxito obtenido en la campaña veraniega, el producto fue retirado con el fin de mejorar la textura, que parecía no ser suficientemente satisfactoria. Qué sabio es ese dicho popular que reza 'uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde', que se lo cuenten si no a los operadores de atención al cliente de la marca. Tras que en verano de 2019 el producto regresara a tan solo unos pocos establecimientos, la compañía empezó a recibir numerosas quejas a través de sus redes sociales y mediante el teléfono de asistencia al consumidor. Los clientes reclamaban el regreso del postre, llegando incluso a crear una campaña en defensa del mochi en la plataforma Change.org, donde se registraron más de millar y medio de firmas. Finalmente, este dulce japonés ha regresado a los catálogos de Hacendado para la campaña de verano 2020, habiendo vendiendo una media de 9.600 unidades diarias en menos de un mes. Breve historia del MochiTradicionalmente el daifuku mochi, la denominación completa de este alimento, es elaborado mediante la cocción del arroz glutinoso (mochigome) en grano, que ha sido puesto en remojo previamente durante 24 horas. Una vez cocido, es introducido en grandes morteros de madera donde es golpeado una y otra vez con un gigantesco mazo mientras que, entre porrazo y porrazo, otro individuo se dedica a remover con las manos bien humedecidas la futura masa de mochi. A este proceso se le denomina mochitsuki -literalmente: elaboración del mochi-. Todo un espectáculo en el que los dos artesanos que forman parte se acompasan para llevar el ritmo de forma que, mientras el mazo se está levantando del primer golpe, la mano del otro ya esté removiendo la masa, dispuesta a ser retirada antes de que la herramienta comience a bajar con fuerza. Según la religión y mitología japonesa, la primera ceremonia de mochitsuki fue realizada cuando los dioses descendieron a la tierra para enseñar al hombre el cultivo del arroz. En la novela Genji Monogatari, el escrito más antiguo de la literatura japonesa que data del siglo XI, el mochi aparecía reflejado como ofrenda para los dioses y alimento para la realeza y la nobleza del país durante el período Heian (siglos VIII a XII) . Durante los siglos XIII y XIV, su consumo se extendió a la ceremonia del té, llegando poco a poco a más grupos privilegiados de la sociedad. El mochi ha sido símbolo de la unión entre parejas, y utilizado para celebrar desde el nacimiento de un hijo hasta la primera menstruación de la mujer. Hoy en día sigue formando parte de las ceremonias de Año Nuevo, donde la variedad conocida como kagami mochi -mochi espejo- es colocada en los altares familiares cada 28 de diciembre. El mochi de la muerteAl tratarse de una elaboración muy viscosa, las versiones más tradicionales deben de masticarse bien. Debido a que esta tarea puede ser complicada para niños y ancianos, con la llegada de la época de navidad, las autoridades públicas se ven en la obligación de emitir mensajes de advertencia. Según los medios japoneses, el 95% de las atenciones médicas por atragantamiento en Año Nuevo se deben al consumo del mochi. En 2015 fueron registradas 9 muertes por asfixia. Receta
En un recipiente ha de mezclarse primero la harina de arroz glutinoso -mochiko- con el azúcar. Poco a poco, ve vertiendo el agua fría, a la vez que remueves enérgicamente con la ayuda de una varilla. A ser posible, en una vaporera, cubre los agujeros con un paño de cocina limpio o una estameña. Vierte sobre el trapo la masa, y deja cocinar durante 20 minutos aproximadamente. Superado el tiempo, remueve enérgicamente la masa y dejamos cocer al vapor otros 5 minutos. Retira del fuego y deja templar la masa, sobre unos 45 minutos. Espolvorea la mesa con maizena en abundancia y procedemos a estirar la masa con la ayuda de un rodillo. Cortamos en pequeños cuadrados, dependiendo de la cantidad y tamaño del relleno, y con las manos bien 'enharinadas' en maizena, procede a cubrir el helado, la fruta o la mousse (en este caso se recomienda congelarla para que solidifique y sea manipulable).
1 Comentario
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6/10/2022 17:01:58
Además señaló que la respuesta que recibe el cerebro por parte del estómago es, en realidad, por el aburrimiento sensorial que sentimos. La comida que nos encantó y que sabemos que tiene un sabor delicioso ahora nos resulta aburrida.
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