Se dice que Arthur Wellesley, primer duque de Wellington, es el creador de esta receta. Este dato no es confirmable, pues no es que el duque fuera precisamente conocido por sus habilidades culinarias, lo que sí sabemos es que el militar británico sobresalió en el campo de batalla, victorioso contra el ejército francés en España durante la Guerra de la Independencia y la decisiva Batalla de Waterloo. Al parecer, en las recepciones que organizaba en su residencia particular de Londres, era común servir el solomillo, origanalmente de ternera, de esta peculiar y elegante forma. |
Un clásico que no puede faltar en nuestra mesa estas navidades, que cada año antes nos preparamos para ellas. Su versión con solomillo de cerdo es una opción igualmente deliciosa y mucho más económica que su versión original, con solomillo de ternera. Por otro lado, su tamaño reducido ayuda a racionarlo sin que el crujiente hojaldre se desmigue y el relleno se esparza por toda la bandeja y la mesa (hablo por experiencia propia...).