El cambio climático, las desigualdades, el avance tecnológico, los cambios de hábitos en el consumo... Son muchos los factores que nos hacen preguntarnos cuál será el futuro de la alimentación: qué comeremos, cómo lo produciremos, qué efecto tendrá en nuestra salud, cómo cambiará el mundo y cómo podremos hacer negocio con ello.
«Casi un 10% de la población pasa hambre y tiramos un tercio de la comida que producimos. Los retos son muchos y resulta fundamental repensar cómo nos alimentaremos en el futuro». Por todas estas cuestiones surge Foodtech, un libro que analiza los factores que han hecho emerger esta industria convirtiéndola en un sector de referencia de innovación y oportunidades. Por un lado, el sistema alimentario aporta un valor incuestionable para la sociedad y la economía; y, por otro, las tecnologías y biociencias disruptivas son las principales aliadas para ayudarnos a crear las herramientas, las innovaciones, los productos, los procesos y los modelos de negocio con los que enderezar el camino y crear entre todos un mundo brillante de oportunidades. Así, aunando ambas partes, es como una nueva generación de emprendedores visionarios han prendido la mecha de la revolución Foodtech motivados por el uso de las herramientas que la tecnología pone en sus manos para resolver problemas o expandir las fronteras impulsando esta industria y contagiando a empresas, inversores y gobiernos. El libro que Beatriz Romanos pone en nuestras manos es fruto de varias pasiones: la alimentación, como fuente de salud, energía y placer; la tecnología, la innovación y los entornos de emprendimiento capaces de transformar el mundo y tener un impacto en nuestras vidas, y la divulgación. Foodtech es la guía de referencia a través de la que los lectores conocerán los avances más disruptivos que están transformando la industria y nuestra manera de alimentarnos, las tecnologías con más impacto, los recursos para profesionales, startups, inversores y organizaciones del sector, casos de éxito, análisis de modelos de negocio, tendencias de inversión, etc. Además, define los conceptos y las categorías clave de la industria Foodtech, como agtech, alimentos de nueva generación, proteínas alternativas, carne cultivada, Q-commerce, nutrición personalizada, etc.
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Las exportaciones de Aceite de Oliva a EEUU crecen en un 37,5% tras la eliminación de los aranceles8/16/2021
Imagina que es jueves por la noche, el fin de semana comienza a dejarse oler, y toca noche de Netflix y hamburguesa. ¿Cómo te quedarías si, en vez de un rider, fuera un dron quien te dejara en la puerta -o en la mesa a través de la ventana- tu cena?
Pues ha sido Restalia Holding, propietaria de marcas tan conocidas como 100 Montaditos, TBG - The Good Burger, Cervecería La Sureña o Pepe Taco; quien ha comenzado a realizar las primeras pruebas de reparto de alimentos cocinados con dron en España, para que no se quede sólo en tu imaginación. Las pruebas se han llevado a cabo en la base de Hera Dron Hub, laboratorio urbano de drones instalado en Zaragoza; y con The Good Burger, la marca de hamburguesas de la compañía. El principal objetivo de la prueba piloto ha sido estudiar la viabilidad del reparto con drones de alimentos cocinados. Así como medir los distintos factores que influirían en la movilidad aérea urbana de productos de hostelería, como la temperatura de los alimentos y la integridad de los menús, con el fin de que los pedidos lleguen a los clientes en condiciones óptimas. "A principios de año creamos Restalia Delivery para gestionar esta parte tan significativa de la restauración en 2021, es importante gestionar las relaciones con agregadores actuales, en alza tras la pandemia, y sobre todo trabajar de la mano del departamento de innovación de la compañía para crear el delivery del futuro", ha explicado el fundador y presidente ejecutivo de la compañía, José María Capitán. "Las nuevas divisiones de Restalia Holding nos están permitiendo especializar y reforzar cada área de negocio, para poder ofrecer un mejor servicio a nuestros franquiciados y clientes. El objetivo es innovar, aprovechar la tecnología y estudiar nuevas vías para ofrecer el mejor servicio a nuestros clientes y franquiciados", ha explicado Capitán. Impacto ambiental El efecto sobre el medio ambiente y el impacto ambiental han sido otros de los puntos de análisis llevados a cabo por la compañía. Restalia espera reducir la huella de carbono mediante la sustitución de vehículos de reparto a base de combustibles fósiles por drones, en este último caso eléctricos. "En Restalia estamos comprometidos con la protección al medioambiente, y con el reparto con drones se reducirían los tiempos de entrega y los niveles de contaminación, ya que descongestionamos las entregas en ciudades. Es un reto que merece la pena abordar. La experiencia adquirida con estas pruebas servirá para trazar los siguientes pasos, que permitirán a los usuarios, a las ciudades y a los operadores tener la información útil y necesaria para realizar proyectos innovadores de forma segura", ha subrayado José María Capitán. Drones, repartos y seguridad aérea Restalia Delivery se trasladó en mayo a la base de Hera Drone Hube en Zaragoza; primera ciudad europea que facilita la experimentación del uso de drones en entornos urbanos reales, con la creación del primer espacio autorizado en el continente para el vuelo de aparatos no tripulados de hasta 500 kilos. Se trata de un espacio, explica la compañía, que permite experimentar la futura movilidad aérea urbana y realizar pruebas en un entorno real ante la integración de los drones en el espacio aéreo urbano (Urban Air Mobility-UAM) y la próxima transformación del cielo único europeo. Pese a que las entregas con dron podrían convertirse en una realidad en breve, dependen de los avances de la legislación que regule el tráfico aéreo urbano no tripulado. Según indica tanto Restalia como Hera Drone Hub, avanzan con lentitud, pero a favor del proyecto.
Se desconoce cuál será el auténtico coste de la medida que el Gobierno prevé implantar en 2024. Tampoco que sistema se utilizará para su cobro, ni el cómputo de kilómetros inicial en el que se establecerá, ni si, finalmente, afectará a transportistas. Pese a ello, la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CTEM), así como diferentes asociaciones comunitarias de transportistas de alimentación y pasajeros han mostrado su preocupación ante esta iniciativa.
"Nos encontramos ante una situación de incertidumbre", ha reconocido Dulsé Díaz, Secretario General Adjunto de CTEM; que ha recordado que en julio de 2020 el secretario de estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Pedro Saura, firmó un acuerdo con representantes del sector en el que se comprometía a no aplicar peajes sin establecer previamente consensos con el sector del transporte. La nueva medida que ahora Saura defiende como 'justa' consiste en aplicar un peaje sobre los usuarios habituales de la red de carreteras nacional, que ya 'ha sido costeada' a través de nuestros impuestos mediante los Presupuestos Generales del Estado y los impuestos a los hidrocarburos. 1 céntimo el kilómetro es el coste que más consenso ha obtenido en el ejecutivo, de modo que a un viaje de 350 kilómetros se le aplicaría un sobrecoste de 3,50 €. Desde CTEM advierten que, si finalmente esta medida es aplicada también a los diferentes servicios de transporte, el coste repercutirá en el usuario final. "España está muy lejos de Europa y los productos que exportamos son, en su mayoría, de bajo valor añadido. Este sobrecoste podría hacer que nuestros productos pierdan competitividad en Europa", ha advertido Díaz en declaraciones recogidas por PressDigital. También ha mostrado su rechazo a esta medida la Organización Empresarial de Logística y Transporte de España (UNO). En palabras de su presidente, Francisco Aranda, "aumentar la recaudación con arreglo a una propuesta que supondrá un importante coste para los profesionales del transporte es tremendamente inoportuno". Según Aranda, lo único que conseguirá el Gobierno con esta propuesta será "frenar la competitividad y el crecimiento económico del sector".
Fallecía a los 86 años de edad, la mañana del pasado lunes, la fundadora de lo que ha acabado siendo uno de los holding internacionales con sede en España más importantes del país. Lo hacía en la década de los 50, junto a su marido Antonio Juan.
Fue Victoria, en la década de los 60, quien impulsa el proceso de diversificación de la empresa desarrollando su línea de pastelería. En 1972, da a luz las famosas 'Glorias', aquellas magdalenas cuadradas que tanto revuelo causaron y sentaron las bases de lo que en un futuro sería Dulcesol. Tras el fallecimiento de Antonio Juan en 1983, Victoria toma la totalidad del mando sobre su empresa. Su objetivo era convertirse en una de las mayores firmas de bollería del país. Y así lo hizo dando el salto definitivo a la distribución regional en cada territorio español. Tras más de cinco décadas de incansable trabajo al mando de su empresa, en 2007, decide pasar la dirección empresarial a la segunda generación familiar. Si bien entonces Vicky se habría 'retirado', siempre se mantuvo muy activa en todos los aspectos de la gestión empresarial según confirma el comunicado que Vicky Foods ha lanzado apenando su fallecimiento. En 2019 el Grupo Dulcesol decide dar el salto al mercado internacional convirtiéndose en el holding empresarial que adoptaría el nombre de una de las mujeres emprendedoras con mayor coraje, perseverancia y visión de futuro del siglo XX. La industria de la alimentación llora la pérdida de Victoria Fernández. Desde Asemac, la Asociación Española de la Industria de Panadería, Bollería y Pastelería, han mostrado su pesar por "la pérdida de una emprendedora que convirtió una pequeña panificadora de La Safor en una de las empresas referentes de la bollería y panadería a nivel nacional". 12.000 millones de sobres de Ketchup para abastecer la demanda de las cadenas estadounidenses4/8/2021
Estados Unidos entra en crisis al enfrentarse a un posible escenario sin sobres de ketchup en sus mesas. La empresa americana Kraft Heinz se ha visto en la obligación de aumentar su producción de monodosis de la conocida salsa para abastecer la alta demanda provocada por los cambios de los hábitos de consumo durante la pandemia.
Según revelaba el diario Wall Street Journal la pasada semana, las grandes cadenas de comida rápida como Long John Silver, de casi 700 establecimientos por todo el país, o Texas Roadhouse, de más de 630 restaurantes, estarían sufriendo escasez en este producto. Heinz ha respondido de este modo mediante el agregado de nuevas cadenas de producción que aumentarían las existencias de sobres de ketchup en 12.000 millones de unidades en un año. Lo que supone un aumento del 25% de su producción. Tras el inicio de la pandemia la demanda de monodosis de ketchup se disparó debido a los cambios de los hábitos de consumo. Los servicios de delivery y take away, así como la sustitución de las botellas en las mesas por dosis de un solo uso, han sido las medidas que han llevado a esta situación. Steve Cornell, un representante de Kraft Heinz, explicó que la empresa "ha llevado a cabo inversiones estratégicas de manufactura al inicio de la pandemia para seguir el ritmo a la demanda de paquetes de ketchup acelerado por las tendencias de entrega a domicilio o comida para llevar". |
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